BERLIN
Hemos llegado al medio día. El viaje estuvo muy bueno. Manejé un buen rato en el trayecto de Leipzig-Berlín y en general fué un viaje sin mucho tráfico pero a muy buena velocidad( 160Km por hora)promedio. Desde que entramos en Berlín me sentí bien. Es que Berlín definitivamente me gusta. Estamos alojados en un hotel en pleno centro de la ciudad, en la Postdamer Platz. Desde comienzos de los 90 esta zona se ha convertido en uno de los mayores lugares de progreso técnico e innovación. Se derriban por fin o se restauran las últimas ruinas heredadas de la guerra y hay actividad por todos lados. Esto es un fascinante espectáculo de progreso y de diseño con proyectos enormes. Se siente uno realmente en el siglo XXI. Hemos caminado toda la tarde y claro nos encontramos con todo tipo de contrastes y extremos. Pero la ciudad es genuina, interesante, con carácter.
Stefanie ha disfrutado de toda la historia que le ha referido Karl y aunque solo hemos andado por la Postdamer Platz y sus alrededores y pasado por la Puerta de Brandemburgo y la Bernauer Straße en donde está el Monumento conmemorativo al muro de Berlín le han surgido toda clase de ideas. Me encanta que sea tan inquieta con la historia de su país. Ella sugirió hacer una pausa para un café en Starbuck justo frente del Hotel Adlon a donde llegaba momentos antes la Reina Isabel de Inglaterra,que a propósito está de visita en Berlín, por supuesto para ella esto significó todo un acontecimiento.
Hemos reservado boletas para ir a la Opera mañana a las siete. El programa: La Traviata. Creo que Dios nos ha regalado un día lleno de contrastes. Me siento muy bendecida con cada detalle de amor.
Stefanie ha disfrutado de toda la historia que le ha referido Karl y aunque solo hemos andado por la Postdamer Platz y sus alrededores y pasado por la Puerta de Brandemburgo y la Bernauer Straße en donde está el Monumento conmemorativo al muro de Berlín le han surgido toda clase de ideas. Me encanta que sea tan inquieta con la historia de su país. Ella sugirió hacer una pausa para un café en Starbuck justo frente del Hotel Adlon a donde llegaba momentos antes la Reina Isabel de Inglaterra,que a propósito está de visita en Berlín, por supuesto para ella esto significó todo un acontecimiento.
Hemos reservado boletas para ir a la Opera mañana a las siete. El programa: La Traviata. Creo que Dios nos ha regalado un día lleno de contrastes. Me siento muy bendecida con cada detalle de amor.
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